martes, 19 de marzo de 2019

Jobs

Resultado de imagen para bar de juegos



En el centro mismo de la ciudad de Buenos Aires funcionaba un “bar de juegos”, es decir que las personas podían disfrutar de una cerveza o un trago y al mismo tiempo jugar juegos temáticos. El lugar era un galpón enorme re-diseñado y convertido en un excelente espacio nocturno. Tal era la fama de estos entretenidos juegos que un importante medio de televisión había ido a entrevistar a sus empleados y clientes.

- ¿Cuál es tu nombre? – preguntó un joven periodista al barman.
- Mi nombre es Simón – dijo desde el interior de su gran bigote.
- Cuéntanos un poco Simón – con voz de locutor - ¿qué es lo que la gente viene a buscar a este bar?
- Aquí la gente busca tomar cerveza, comer pizzas y divertirse.
- Muy bien – dijo animado - ¿y por qué crees que las personas eligen juegos a pesar de que ya no son pequeños?
- Bueno – dijo abstrayéndose – ahora que me lo preguntas pienso que tiene que ver con una búsqueda.
- ¿Una búsqueda? – preguntó esta vez nervioso.
- Si – con ojos perdidos – creo que aquí las personas se buscan a ellos mismos, buscan volver a ser niños. Por ejemplo – volviendo en sí – allí vas a ver a unos chicos que recién salen de la oficina y vienen a jugar fútbol tenis.

Un grupo de jóvenes estaba en el centro del lugar. Con sus camisas desabotonadas hasta la mitad y sus pies descalzos luchaban contra la rutina de la semana; reían, corrían e insultaban chistosamente.

- Si ves en aquella dirección – retomó el barman – podrás ver como un grupo de amigas ya son habitués del lugar y hasta tienen su mesa asignada.

Cuatro mujeres reían eufóricamente al tiempo que giraban una ruleta que les indicaba tomar tragos o no tomarlos. Carcajadas y hasta lágrimas de felicidad emanaban de ese grupo.

- Allí también podemos ver a unos muchachos que han venido desde lejos para encontrarse entre ellos y con ellos.

Tres jóvenes reían y golpeaban una mesa al ver los resultados del juego de mesa que estaban jugando. También podían escucharse sus anécdotas de cuando eran muy pequeños, todos recuerdos graciosos y divertidos.

- Y qué dirías de aquella jovencita – dijo el periodista señalando a una muchacha – ella no parece estar para nada divertida.

A lo lejos, bajo una gran lámpara de colores, una chica muy joven estaba apoyada sobre la baranda de una escalera. Su rostro estaba completamente apagado, serio y sin expresión alguna. No se la veía triste, pero tampoco contenta. El barman la observó por algunos segundos, hasta que por fin comprendió lo que sucedía.

- Aquella muchacha – dijo rompiendo el silencio televisivo – esta aburrida.
- Bueno – dijo sonriente el periodista – parece una contradicción que alguien esté aburrido entre tantos juegos.
- Es mucho peor que eso – dijo seriamente – aquella muchacha esta aburrida… porque su niña interior ha muerto.